Una vez que se ha producido el acoplamiento la hembra pone los huevos debajo de la tierra (a unos 3 cms.) gracias a su “perforadora” en forma de cuchillo que se llama “ovopositor”. Luego los envuelve con saliva que se endurece y forma una cápsula que se llama “ooteca”. Son de color blanquecino y en pocos minutos se liberan del huevo pero corren el riesgo de ser devoradas por las hormigas.
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